Siempre fui libre del sueño, pues era yo quien lo soñaba. Traspasar la frontera del engaño del
miedo es transitar la oscuridad hasta llegar a encender la vela de tu templo. Más
allá de los deseos, en la sala de los juegos, hay que mirar a los ojos del
tigre para ver el universo. Desde donde miro, me reflejo. En la imaginación se
gestan nuestras creaciones. Es así como el miedo quiere hacerte creer que
existe, con espejismos de tus reflejos. Siempre fui creador de mi sueño, pues
era yo quien lo soñaba.
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