Desaparecer como almas blancas

Las barquitas blancas del horizonte que imaginamos sostener con los dedos en la distancia son extremadamente reservadas. A veces me pregunto, hacia dónde irán si el viento cambia. A lo mejor es todo una fantasía. Quizás la reserva, sea sólo un laberinto de temores, un gran espejismo para las oportunidades que no vemos.Quizás el árbol nunca se reservó siendo semilla. 

De nuevo, sin saber ni conocer. No dejo de mirarlas. Sé que el viento tarde o temprano, hará desaparecer estas almas blancas en el mañana, como lo hará con este instante.

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2016 - Entre dos tés