Desierto

A veces mi sueño de ti es tan fuerte que me olvido de quien eres. Me salto las leyes del tiempo y ese amor profundo que nos promulgamos me invade para sentirte de nuevo como en esa noche en el desierto en la que me decías que me amabas. Mi corazón no conoce las reglas del tiempo y reconoce el amor más allá de los muros del miedo que nos separan. Hoy me gustaría ser yo el que te cuente cuán bellas son las estrellas del cielo. Acompañarte al mismo lugar y hacer del tiempo sólo una variable más de tu mirada. En mi amada soledad a veces me pregunto cuanta responsabilidad debe sostener el alma que recuerda a quienes le olvidaron.